MINDFULNESS Y AUTOCOMPASIÓN
Cultivando la Amabilidad y la Fortaleza Interior
La práctica del Mindfulness (atención plena) debe siempre ir acompañada de una dimensión compasiva que tiene que ver con el cultivo de una actitu, integradora, protectora, motivadora y, en definitiva, amorosa hacia nuestro entorno empezando por uno/a mismo/a. Sin esta calidez nuestra práctica puede volverse fría y estéril.
Desde mi propia experiencia, el haber completado mis certificaciones en los programas MSC (Mindfulness y Autocompasión), FSC (Autocompasión Fiera), y el Teacher Training del programa MSC para adolescentes, todos ellos avalados por el Center for MSC a través de Global C, ha supuesto un antes y un después en mi recorrido vital, y me ha permitido dar fe de la fertilidad de este trabajo tanto conmigo mismo, como con el alumnado con el que lo he aplicado.
Esta práctica nos ofrece un espacio para reconectar con nosotros mismos desde la amabilidad, el respeto y la aceptación. La autocompasión, en su esencia, nos invita a tratarnos con la misma comprensión y apoyo que ofrecemos a alguien a quien queremos, especialmente en momentos de dificultad.
Las sesiones de mindfulness y autocompasión están diseñadas para personas de todas las edades, desde niños y adolescentes hasta adultos, independientemente de su género o contexto. Estas prácticas son un camino hacia el bienestar emocional y físico, fomentando la resiliencia, la autoconciencia y una relación más positiva con nosotros mismos y con los demás.

¿Qué es la autocompasión?
La autocompasión significa reconocernos como seres humanos imperfectos que merecen el mismo cuidado que damos a los demás. En lugar de ignorar nuestros errores o juzgarnos con dureza, nos invita a:
- Reconocer nuestro sufrimiento: Validar nuestras emociones y experiencias con atención plena, sin juicios, y sin identificarnos con nuestro diálogo mental, muchas veces convertido en una voz desgastante, crítica y exigente.
- Responder con amabilidad: Ofrecernos afecto y comprensión en lugar de crítica especialmente en los momentos más difíciles.
- Recordar nuestra humanidad compartida: Reconocer que no estamos solos en nuestras luchas y que la imperfección es parte común en de nuestra condición como seres humanos.
Aplicaciones de la autocompasión en la vida diaria
Las prácticas de autocompasión tienen un impacto positivo en múltiples aspectos de nuestra vida cotidiana. A continuación, algunos ejemplos:
- Gestión del estrés: Ayuda a reducir la autocrítica y el miedo al fracaso, fomentando una perspectiva más amable, motivadora y realista ante los retos.
- Relaciones interpersonales: Fortalece la capacidad de establecer límites saludables y mejorar la calidad de nuestras relaciones al comunicarnos con empatía.
- Cuidado de los demás: Nos permite acompañar a otros sin desgastarnos emocionalmente, manteniendo un equilibrio entre cuidar y cuidarnos.
- Desempeño académico y laboral: Facilita manejar las críticas, aprender de los errores y buscar soluciones con mayor claridad y motivación.
- Resiliencia emocional: Proporciona herramientas para afrontar cambios, pérdidas y desafíos desde una perspectiva positiva y fortalecedora.

Beneficios de practicar mindfulness y autocompasión
La integración de mindfulness y autocompasión en la vida cotidiana puede transformar nuestra relación con nosotros mismos y con el entorno. Entre los beneficios más destacados están:
- Bienestar emocional: Aumenta la autoaceptación y la satisfacción personal. K. Neff (2003), pionera en el estudio de la autocompasión, encontró que esta práctica ayuda a reducir la autocrítica y aumenta la aceptación de nuestras propias imperfecciones, llevándonos hacia una autoevaluación más realista y compasiva.
- Salud mental: Reduce la ansiedad, la depresión y el estrés, ayudándonos a enfrentar nuestras preocupaciones con mayor serenidad. Un estudio de Neff y Germer (2013) indica que aquellos que practican la autocompasión experimentan una disminución significativa en los síntomas de depresión y ansiedad, además de un aumento en el bienestar emocional general.
- Salud física: Mejora el sueño y fortalece el sistema inmunitario, contribuyendo a una vida más saludable. Un estudio de Breines y Chen (2012) encontró que las personas que se tratan con amabilidad son más propensas a adoptar comportamientos saludables, como hacer ejercicio regularmente o llevar una dieta equilibrada, ya que no actúan desde la autocrítica, sino desde el cuidado personal.
- Relaciones más sólidas: Promueve la conexión y el entendimiento en nuestras relaciones con amigos, familiares y colegas. Un metaanálisis de Zessin, Dickhäuser y Garbade (2015) muestra que las personas que practican la autocompasión tienden a experimentar una mayor satisfacción con sus vidas, lo que se traduce en una mejor calidad de vida y relaciones más saludables.
- Mayor resiliencia y motivación: Fomenta una actitud más positiva y perseverante frente a los desafíos y errores. Según un estudio realizado por Leary et al. (2007), las personas con mayor autocompasión muestran una mayor resiliencia ante los fracasos y las críticas, recuperándose más rápido de las experiencias negativas y experimentando menos emociones tóxicas como la vergüenza o la culpa.
Dos formas de autocompasión: La clave del equilibrio
Según la experta Kristin Neff, pionera en la difusión y la investigación de la autocompasión, esta práctica tiene dos dimensiones esenciales que debemos equilibrar:
- Autocompasión tierna: Es el acto de estar presentes con nosotros mismos en momentos difíciles, ofreciendo consuelo, aceptación y calma.
- Autocompasión fiera: Es la acción orientada a aliviar nuestro sufrimiento, como protegernos, satisfacer nuestras necesidades y motivarnos para avanzar.
Ambas formas son complementarias y necesarias para alcanzar un bienestar completo, combinando la sensibilidad hacia nuestras emociones con la fortaleza para afrontar y transformar nuestras circunstancias.
Permíteme acompañarte para conocerlas e integrarlas en tu día a día.

¿Qué puedes esperar en una sesión de mindfulness y autocompasión?
Nuestras sesiones están diseñadas para personas de todas las edades y contextos, integrando prácticas accesibles y adaptadas a las necesidades de cada grupo:
- Ejercicios de atención plena y respiración afectuosa: Ayudan a centrar la mente y a cultivar un estado de calma, claridad y autoaceptación.
- Prácticas de autocompasión: Incluyen reflexiones guiadas para identificar patrones de autocrítica y reemplazarlos por amabilidad y comprensión.
- Visualizaciones y dinámicas grupales: Fomentan el sentido de conexión y humanidad compartida, recordándonos que no estamos solos en nuestras experiencias.
- Ejercicios para reconocer y validar nuestras emociones: Por ejemplo la práctica para trabajar con nuestro enfado nos ayuda a validar y aceptar nuestro enojo como una emoción protectora, sin quedarnos atrapadas en ella.
- Prácticas y reflexiones para conectar con nuestras necesidades esenciales. Reconocer la importancia de establecer límites saludables para proteger nuestro tiempo y energía, o practicar hábitos relacionados con el autocuidado, como dedicar tiempo a actividades que nos recarguen y nos renueven, etc…
- Técnicas de motivación compasiva: Ayudan a transformar los errores y desafíos en oportunidades para aprender y crecer con confianza.
Enlaces interesantes:
- https://www.mindfulnessyautocompasion.com/que-es-msc
- https://www.mindfulnessyautocompasion.com/audios-msc
- https://www.mindfulnessyautocompasion.com/investigacion
- https://www.mindfulnessyautocompasion.com/autocompasion-fiera
Un camino hacia el bienestar integral
Las investigaciones muestran que la autocompasión fomenta un estado de calma y seguridad que permite una mayor regulación emocional al aumentar los niveles de oxitocina y reducir el cortisol, una hormona del estrés. (Gilbert, 2009).
La práctica de mindfulness y autocompasión nos invita a reconocer nuestra humanidad, a tratarnos con amabilidad y a desarrollar una fortaleza interna que nos permita enfrentar la vida con mayor serenidad y propósito. Estas sesiones son un regalo para niños, adolescentes y adultos que desean cultivar un mayor bienestar personal y colectivo.
Si deseas explorar cómo estas prácticas pueden transformar tu vida o la de tu grupo, no dudes en contactarme. Escríbeme a afpablohernandez@gmail.com o haz clic en el botón de contacto para comenzar este camino hacia una relación más consciente y compasiva contigo mismo y con los demás.
Pablo Hernández Herrero
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